“Algún día cruzaré.
Cuando queden inermes mis fronteras.
Llegaré donde hoy me digo: no iré.
Donde el suelo se vuelva movedizo pero el aire sea ligero. Y tibio.
Quizás me deje allí.
Acaso quede tanto por hacer que ya nada pese.
Allí.
En cualquier nunca”.
Nunca
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