Todo se hizo añicos. Espejo roto frente a espejo roto. Vi cómo su imagen se rompía en mí. Y la mía en él. Aristas del otro hendidas en un alma descarnada, sin follaje. Expuesta. Lo peor no era el dolor, sino el frío.
Ayer
De algún lugar viene el viento de la vida. Pero no de frente. Para que no retrocedas un paso. Empuja para que avances. O te tambalees de lado a lado. Pero nunca tira de ti hacia el ayer. La vida no te lleva hacia atrás porque allí sólo quedan las sombras de una parte de ti que ya no existe. ©
Vacío
Creemos que es música. Y sólo es ruido. Leemos nuestra vida en pentagramas que otros han troquelado para inculcarnos un solo compás. Adormecidos y ausentes, bailamos la misma danza de sonámbulos. Sumisos. Como autómatas. Un, dos, tres. Un, dos, tres. Bajo el ruido.©
Miedo
Me empujó de pronto dentro de su mirada. Me gustó tanto lo que vi que tuve miedo de decírselo. Y callé. Ya no volvió a dejarme entrar.©
Ser
Soy un reflejo atávico apenas intuido. Sin más leyes que el eco sordo del instinto, ni más sonido que el latido iniciático de la emoción marcando cada segundo de la vida. Sólo soy la esfera del tiempo que hay tras los velos. Lo que fui y no recuerdo marca las horas. Tic tac. ©